La arcilla – Nuestra materia prima

Formada por sílice, alúmina, agua, variables de hierro y otros materiales alcalinos, el resultado final absorbe higroscópicamente hasta el 70% de peso en agua. Es por eso que la arcilla puede ser moldeada, mientras que en la etapa de endurecimiento obtiene una notable solidez con una disminución de masa respecto a la inicial.

Maduración

Este proceso se divide en dos partes: la primera es el reposo a la intemperie, donde la arcilla se somete a ciertos tratamientos de trituración, homogeneización y reposo, para obtener mejor consistencia y uniformidad. La segunda, es la exposición a la acción atmosférica, que favorece la descomposición de la materia orgánica que puede estar presente, purificando así la química del material.

Pre Elaboración

Luego de la maduración, viene la purificación y refinamiento de la materia prima; aquí se ocupan rompe terrones, para triturarlos y disminuir el tamaño, el eliminador de piedras, que busca limpiar la arcilla; el desintegrador, que tritura los terrones más grandes y duros; y finalmente se ocupa el laminador refinador, compuesto por dos cilindros rotatorios lisos paralelos, con un espacio entre sí de 1 a 2 milímetros, donde la arcilla pasa aplastada y planchada, afinando así aún más las partículas, obteniendo la última trituración del proceso.

Depósito

Depósito
Luego de todo el camino ya recorrido, se deposita el material en un lugar techado.


Elaboración
Nuevamente, la arcilla pasa por el laminador refinador, para luego ir al mezclador donde se le agrega agua y así lograr la humedad precisa.


Moldeado
La mezcla pasa por sobre una boquilla, una plancha perforada que tiene la forma del objeto que se quiere producir.

Secado

Esta es la fase más delicada del proceso. Es la clave para que haya un buen resultado final, ya que es aquí donde se elimina el agua agregada en el moldeado. Hay diversos tipos de “secaderos”, los cuales dependen del material y su proceso. En ellos, se aplica aire caliente a una cantidad de humedad variable, eludiendo los golpes termo-higrométricos que podrían provocar una disminución de masas a ritmos diferentes, evitando las fisuras.

Cocción

¿Imaginas un horno de 120 metros de longitud? Así son los pre hornos donde la temperatura de la zona de cocción oscila entre 900ºC y 1000ºC. El proceso continúa en el horno, donde la temperatura varía de forma contínua y uniforme. El material secado se ubica en carros especiales, en paquetes estándar y alimentado continuamente por una de las extremidades del túnel, de donde salen por el extremo opuesto una vez que está cocido.

Almacenaje y Paletizado

Antes de embalar todo, se forman paquetes sobre pallets para poder transportar el producto terminado. Finalmente, se envuelven los paquetes con cintas de plástico o metal, para ser así depositados cómodamente en bodegas o patios de almacenamiento.